El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, ratificó el apego irrestricto de la mayor de las Antillas al principio de una sola China.
Las declaraciones del canciller cubano trascendieron luego de la reciente provocación del Parlamento Europeo, que acogió manifestaciones de figuras «independentistas» de Taiwán.
El jefe de la diplomacia cubana reconoció que la isla es parte inalienable del territorio chino. Rodríguez Parrilla instó a respetar la resolución 2758 de las Naciones Unidas de 1971, que reconoce al gobierno de la República Popular China como legítimo y único representante del pueblo del gigante asiático.
Previamente, la misión de China ante la Unión Europea denunció actividades separatistas en la sede del Parlamento Europeo.