La evaluación de los daños dejados por Melissa es una constante ahora mismo en Granma, en el suroriente de Cuba, donde se intenta reorganizar las labores para enfrentar la recuperación. Las intensas precipitaciones asociadas al evento hidrometeorológico, con acumulados por encima de los 400 milímetros, han sido la nota distintiva en una provincia donde las lluvias persisten.