Coctel Bélico a la orden

Componentes del coctel, Israel, Colombia, Ucrania, Brasil y… Estados Unidos

 Pese a la existencia de un nuevo gobierno en Washington y sus habituales presiones, el pueblo cubano y su gobierno recibieron  una contundente victoria en la última Asamblea General anual de las Naciones Unidas. Por 184 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones fue  aprobada la resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.

Estados Unidos con sus justificaciones  y mentiras solo pudo reunir un cuarteto de países, aunque  uno estaba ya alineado con su ya habitual voto contra la resolución cubana, un socio de siempre en estas lides, Israel. El gobierno de Tel Aviv tiene el plan fijo de hacer la guerra en el Medio Oriente como punta de lanza del apetito imperial de apoderarse del petróleo y riquezas de estas áreas, sin olvidar la colonización del pueblo palestino.

 De los otros  tres países, Colombia y Ucrania poseen intereses bélicos por su pertenecía a la OTAN, brazo armado de Estados Unidos en sus proyectos de amenazas, violaciones y constantes sanciones contra Rusia y Venezuela.

 Claras han sido las intenciones extraterritoriales de bloquear e intervenir a Venezuela, y en el momento oportuno asestar un  golpe de estado, recogido en el esquema de la guerra de 4ta generación, la violación de los derechos humanos y la llamada ayuda humanitaria. 

No puede entonces extrañar la repetición de Estados Unidos e Israel ni la aprobación mayoritaria como todos los años a la resolución cubana, excepto en 2016  y  –el último año de  Barak Obama– cuando Estados Unidos e Israel se abstuvieron.

Colombia, primera frutilla bélica y país de América Latina asociado de la Alianza Militar Multinacional.

 Sin dudas es significativa la presencia de Colombia en la OTAN ¨en la categoría de socio global¨ deviene una acción consecuente de formar parte de ese aparato colonizador moderno, que vende seguridad, ayuda financiera y armas.

 El gobierno de Bogotá entró formalmente en 2018  en la cooperación militar con la OTAN para –según su criterio– gestionar el post conflicto tras el acuerdo de paz alcanzado con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

 En el lenguaje oficial colombiano de formar  parte de la OTAN le permite ¨tener mayor juego en el escenario internacional a favor de EEUU» y desarrollar aéreas de  cooperación, ya sea militarmente o de alguna otra manera», contra su pueblo que exige cambios urgentes.

 Detrás de la cortina pública

 Pero en el principio y fondo de la decisión de Colombia se encuentra, asimismo, la realidad de compartir con el vecino país, Venezuela, una frontera común de más de dos mil kilómetros y las ambiciones de Estados Unidos de controlar los grandes recursos naturales de ese país, entre ellos el petróleo y varios productos  minerales.

Aunque la propia Colombia habla poco de ello, ni los medios de prensa que le son afines, la realidad es que en territorio colombiano existen siete bases militares de los Estados Unidos que respaldan estas ambiciones.

Brasil, segunda frutilla bélica del coctel

Con su abstención, Brasil se ha pronunciado a favor del bloqueo, y poco le importó que una parte numerosa de su pueblo perdiera la asistencia médica cubana, en zonas muy complejas y de la cual se beneficiaban millones de brasileños. Una situación agravada por la pandemia Covid19 y la atención necesaria a esta tragedia humana.

 El actual gobierno de Brasil se integra al coctel belicoso por su pública subordinación a las políticas neoliberales en la órbita de Estados Unidos y la admiración expresa del Presidente Jair Bolsonaro.

 Entre cielo y tierra no hay nada oculto, dice el refrán, y  cada vez mas salen a la luz pública las verdades que remueven los cimientos de ese gobierno, de un enorme país en territorio y riquezas pero tambien con uno de las de mayores signos de desigualdad en el mundo.

Ucrania el limón bélico para el coctel

En el caso de Ucrania se observa la gran relevancia hacia la OTAN, acodada en las políticas derechistas de un gobierno creado por los Estados Unidos en su estrategia de cerrar un cerco permanente a Rusia. 

 El imperio norteamericano ha dado lugar al incremento de las fuerzas militares y el arma nuclear táctica para impedir la respuesta rusa ante un primer golpe nuclear de los Estados Unidos. Unas veces más y otros menos siempre rondan en el ambiente  político y en declaraciones las famosas ¨situaciones de amenazas por parte de Rusia¨ frente a Europa y otras regiones del mundo. Nada indica que esto vaya a cambiar.

Estados Unidos e Israel, el alcohol del  coctel bélico

 La votación en Naciones Unidas deja a las claras las similitudes de las administraciones norteamericanas independientemente de la verborrea política antes, durante y después de las elecciones presidenciales.

 Por eso no pueden extrañar los vaivenes del nuevo mandatario en la Casa Blanca respecto a Cuba y tampoco en relación con Rusia y Venezuela.

 La búsqueda permanente de aliados por doquier y sus declaraciones de no prioridad hacia cuba, forma parte del juego político de Washington. Imposible resulta creer que a la gran potencia le agrade ser sentada cada año en el banquillo de los acusados en la ONU y conocer del rechazo de la comunidad internacional a su prepotencia.